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 A nueve días de estar desaparecida, ayer, pobladores y policías ubicaron en una letrina el cuerpo sin vida de Antonia Estela Santa Cruz Dueñas (47). El caso que es investigado como feminicidio ocurrió en el poblado de Colpashpampa, distrito de Margos.

Según las diligencias preliminares, la madre de cinco hijos desapareció mientras buscaba a su hija que habría decidido fugarse con su pareja. En esas circunstancias habría sido interceptada y asesinada a golpes por su conviviente identificado como Hilario Félix Mora Quispe, su prima Dionisia Santa Cruz Quispe y la supuesta amante Etelvina Eliza Cristóbal Fernández.
Una vez que acabaron con la vida de Antonia, los autores no tuvieron mejor idea para desaparecer el cuerpo que introducirlo en el silo de la casa de la señora Gudelia Tacuche Quispe, donde permaneció hasta ayer que fue descubierto por la misma dueña, quien al sentir los olores fétidos observó hacia abajo y pudo ver el brazo de una persona, por lo que de inmediato dio parte a las autoridades.
JUSTICIA. Enterados del hallazgo del cadáver de la humilde madre de familia, pobladores de Colpashpampa arremetieron e intentaron hacer justicia con las dos mujeres que estarían implicadas en el hecho criminal, por lo que fueron a sus casas y las sacaron a golpes para luego llevarlas hasta la comisaría del sector. La Policía que había sido alertada del arresto ciudadano llegó al lugar para evitar que Etelvina y Dionisia sean ajusticiadas.
En medio de pedido de justicia para Antonia Estela, hombres y mujeres con palos en mano caminaron más de cinco cuadras hasta llegar a la dependencia policial, donde Hilario Mora estaba detenido por tenencia ilegal de armas a quien intentaron sacar a la fuerza, pero los agentes del orden lograron controlar indicando que la justicia debe encargarse de ellos.
DENUNCIA. Pese a que la madre de familia estaba desaparecida desde el 8 de abril, recién el 11, Hilario Félix Mora, denunció en la comisaría de Margos la desaparición de su conviviente a quien según sus propios vecinos la agredía físicamente e insultaba, por lo que la agraviada en varias oportunidades habría reportado al juez de paz del lugar.
“Estaba llorando porque su mujer no aparecía, pero todo era un teatro para hacernos creer. Lo único que queremos es justicia para Antonia”, dijo un morador al tiempo de informar que ambas sospechosas dijeron a la población que conocían del homicidio, pero callaron por miedo.
ALGO +
Policías de la Unidad de Rescate, de Homicidios y de Criminalística, llegaron al lugar para realizar la diligencia de levantamiento del cadáver que luego fue traído a Huánuco y hoy será sometido a necropsia.

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