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Luego de 15 días de angustiosa búsqueda, un pescador halló el cuerpo sin vida de Mikael Segovia Crispín (25), quien había desaparecido junto a su hijo de 5 años el pasado 8 de abril. El cadáver fue encontrado flotando en el río Huallaga, en el sector San José de Pucate, en el distrito de Jose Crespo Castillo - Aucayacu. Fue el propio pescador quien, tras amarrar el cuerpo por temor a que se lo lleve la corriente, dio aviso al alcalde del lugar, lo que permitió que la familia y la Policía de Aucayacu se trasladaran hasta la zona.
Un tío del joven desaparecido sostuvo que, por las características de la vestimenta —un polo Adidas con rayas en los hombros y cuello con botones—, podría tratarse de su sobrino. Sin embargo, las autoridades indicaron que aún no se ha confirmado la identidad, ya que se requiere de una identificación grafotécnica. “Él salió con su hijito a una reunión por invitación de un amigo. Estuvo hasta las dos y media de la madrugada y luego recibió una llamada. Después de eso, se retiró en su moto con el niño, y desde entonces no supimos más de ellos”, relató un pariente directo.
Mikael vivía solo con su pequeño hijo, ya que, según versión de su expareja, ella se encontraba en Aucayacu trabajando como ayudante de cocina. La mujer, identificada como Melisa, habría viajado con su bebé de 8 meses, dejando al niño bajo el cuidado exclusivo del padre. Aunque ella fue quien interpuso la denuncia por desaparición, la familia sostiene que Mikael era quien se hacía cargo del menor y piden que las autoridades investiguen con profundidad lo ocurrido aquella noche.
El cuerpo fue trasladado por las autoridades para las diligencias correspondientes. Sin embargo, hasta el momento, el niño Adrián Yureli Menas Segovia Vitiri continúa desaparecido, lo que mantiene la desesperación de los familiares. “Ahora sabemos una parte de la verdad, pero falta lo más importante: encontrar al niño. Pedimos a Dios que nos lo devuelva con vida”, declaró un tío del joven fallecido.

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